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jueves, 11 de abril de 2013

La importancia de Preparar Nuestro Corazon (Esdras 7:10)

 
 Alguna vez nos hemos preguntado
"Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos". Bueno recordemos que Esdras, era sacerdote y escriba del pueblo de Israel, él preparo su corazón para la ley de Dios. Cuando Dios busca a una persona, él ve la dimension espiritual de su vida. Él mira y conoce el corazón de las personas por lo tanto elegirá a personas con integridad, pureza y virtud. Siendo esto de gran importancia para todos aquellos que dirigen la iglesia. Al igual que Esdras, nosotros debemos preparar nuestros corazones por tres razones:

1. Para Inquirirla:

Sabemos que inquirir significa: indagar, o examinar cuidadosamente una cosa. Al pueblo de Israel le fue dado por primera vez el mandato de inquirir la Ley segun 1 Crónicas 28:8 "Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente." (RV60).

Ahora nosotros somos el pueblo de Dios, la iglesia, la congregación de Jehová, que estamos a oídos de nuestro Dios, llamados a guardar e inquirir todos los preceptos de Jehová nuestro Dios y nuestro Señor Jesucristo... nos preguntaremos ¿Por qué? te dire, por tres razones:

a) Para conocer la verdad: El conocer la verdad nos trae libertad de espíritu, es más Dios quiere que conozcamos la verdad, para seguir el camino, no olvidemos quien es la Verdad...

b) Para tener vida Eterna: acompañada de la verdad, esta la vida eterna, esto lo podemos encontrar en Juan 5:39 "Ustedes estudian (o estudien) con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!" (NVI).

c) Para ver si las cosas son asi: un claro ejempo de ello son los hermanos de Berea en el libro de Hechos 17:11 "Éstos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba" (NVI).

Debemos inquirir y escudriñar la sabiduría de Dios como a tesoros, para encontrar un tesoro se debe buscar, estudiar, preparar y excabar, lo mismo se debe hacer con la ley de Jehova, si queremos inquirir la ley.

2. Para Cumplirla

Otro motivo por el cual debemos preparar nuestro corazon es porque no solamente hay que inquirir el conocimiento de la ley, sino que hay que cumplirla. Recordemos que Dios siempre ha pedido obediencia a su pueblo y a sus siervos, lo ha hecho una y otra vez. En Deuteronómio 26:16 nos dice "Hoy el Señor tu Dios te manda obedecer estos preceptos y normas. Pon todo lo que esté de tu parte para practicarlos con entusiasmo." (NVI).

Ahora a nosotros también se nos llama a cumplir y obedecer la ley de Cristo, podemos verlo en Galatas 6:2 "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." (RV60). Esto nos hace ver que Dios no quiere que seamos solo lectores, estudiantes u oidores de la Biblia, sino que seamos hacedores de ella. Preguntemonos ¿Por qué cumplidores? dejame explicarte segun lo que dice Santiago 1:21-25:

a) Si somos solo oidores mas no hacedores somos semejantes a aquellas personas que se ven en el espejo, pero que se van sin hacer las correcciones necesarias a su persona (limpiarse, arreglarse, etc), esto no tiene ningun sentido. Santiago 1:22-24 dice "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era" (RV60).

b) Si somos hacedores, y cumplimos la ley, somos bienaventurados en todo lo que hagamos esto lo dice Santiago 1:25 "Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace." (RV60).

c) Aún el gran maestro asemeja al que oye para obedecer y ser hacedor, como un hombre prudente que edifica su casa sobre la roca, y tambien explica lo que le sucede al que es solamente oidor. Lo podemos encontrar en Mateo 7:24-27. "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina." (RV60).

Es necesario ser hacedores de las escrituras, y no solamente oídores o conocedores, de nada nos sirve conocer si no lo podemos hacer, de nada nos sirve saber todo sobre el amor si no lo podemos demostrar, de nada nos sirve saber tantas cosas sobre Dios si no hacemos lo que el quiere.

3. Para Enseñarla

Es necesario que todo aquel que enseña la Escritura debe primero Inquirirla y luego cumplirla, ya que uno no puede enseñar lo que no ha leído ni estudiado de la Palabra de Dios y menos puede enseñar lo que no ha obedecido de la Palabra de Dios. Romanos 2: 21-23 nos dice algo sobre esto "Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?" (RV60).

Para nosotros sigue aplicando esta ley, es preciso Inquirir y luego cumplir las escrituras para poder enseñarlas, no podemos enseñar algo que nosotros no conozcamos, no podemos demandar a los demas algo que nosotros no cumplamos. Pero ¿Quienes son los que deben enseñar la Palabra de Dios?

a) Los Obispos (Ancianos y Pastores) y Los Evangelistas (Predicadores) Segun 1 Timoteo 5:17(RV60) "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar."

b)Las mujeres cristianas mayores deben enseñar a las más jóvenes. Segun Tito 2:3-4 (RV60) "Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos. Pero tambien las mujeres cristianas deben y pueden enseñar a los niños, esto se deduce de 2 Timoteo 3:14-15. (RV60) "Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." Seguramente Timoteo adquirio ese conocimiento por medio de su abuela Loida y su madre Eunice.

c) Todo Cristiano es mandado a enseñar la doctrina del Señor Jesucristo, pero por no ser Cumplidores (Hacedores) no podemos enseñarla: Hebreos 5:11-12 (NVI) nos dice "Sobre este tema tenemos mucho que decir aunque es difícil explicarlo, porque a ustedes lo que les entra por un oído les sale por el otro.En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.

Enseñar las escrituras es un gran Privilegio, pero también nos conyeva a una gran responsabilidad, ya que debemos cuidarnos de nosotros mismos y de enseñar la sana doctrina, para poder salvarnos a nosotros mismos y a los que nos escuchan. 1 Timoteo 4:16 (NVI) nos dice "Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen".

En fin, seamos imitadores de la actitud de Esdras, preparemos nuestro corazon para la Palabra de Dios, para inquirirla, para cumplirla y para enseñarla a su pueblo. No dudemos que si nos esforzamos por cumplir y llevar a cabo estos propositos para los cuales la palabra de Dios fue escrita, seremos bendecidos y bienaventurados en la vida presente y la venidera.